El surgimiento de la Idea de Subjetividad

El surgimiento de la Idea de Subjetividad
John Locke:	El pensador inglés en su obra “El tratado del entendimiento humano” Concibe al ser humano como la unidad de la identidad del cuerpo y la identidad personal. La identidad del cuerpo la refiere a la continuidad de una cosa através del tiempo y al mantenimiento de la forma humana; mientras que la identidad personal la refiere a un ser pensante dotado de razón y de reflexión, que puede considerarse a sí mismo como él mismo, como una cosa pensante en diferentes tiempos y lugares. Locke concibe la base de la identidad personal como el “Self” que se traduce como mismidad; cada quien es para sí mismo aquello que se llama sí mismo (self); en este sentido no se tiene una identidad personal si n o se tiene conciencia de sí mismo; en la misma vertiente la base del mantenimiento de la conciencia y de la identidad personal se encuentra en la memoria, como aquello que permite a la identidad personal durar a través del tiempo. De forma tal que tener conciencia de sí mismo y por lo tanto tener memoria de sí mismo es lo que conforma la identidad personal.
Hobbes:	En su obra el “Leviatan” concibe a la persona desde la responsabilidad, de forma que la persona es aquella cuyas palabras o acciones son consideradas, o bien como suyas, o bien como representaciones d las palabras de cualquier otro hombre o cualquier otra cosa a la que son verdadera o ficcionalmente atribuida. En la metáfora de Hobbes, La persona asume un papel/un roll en la sociedad, como si fuera el personaje de una obra de teatro. Así propone dos papeles, el de autor/representante que es al que se le otorga la autoridad y de esta forma representa el papel del otro/actor; a través de un mutuo acuerdo.
Leibniz;	En la obra “El nuevo tratado del entendimiento humano La concepción de persona de Leibniz articula la de Locke y la de Leibniz, pero añade otro elemento el “testimonio” de los otros como base de la identidad personal, como aquello que confirman o desmienten la memoria y los actos del sí mismo; añade a su vez la noción de apercepción como la base del entendimiento, en donde una percibe que percibe.
Kant:	En la “Crítica de la Razón Pura” Concibe la base de la identidad personal en el “yo pienso” que es producto la síntesis que hace posible la autoconciencia, la cual consciente en ser consciente de que se es consciente.
Husserl:	Concibe que la constitución fenomenológica de la identidad se da a través de la corporalidad. Define la corporalidad en dos aspectos como “Leib” la cual se puede comprender como el cuerpo vivo o la carne, que es la sensibilidad pura, la primera síntesis pasiva condición de posibilidad de toda síntesis, es pre-reflexiva, previa a toda representación; en cambio el “Korpe” es el cuerpo propio, que solo se constituye fenomenológicamente como tal en tanto que se sitúa en relación con otros cuerpos, en un mundo de forma intersubjetiva. La corporalidad en este sentido es el centro de la perspectiva del “yo” frente al mundo.
Levinas:	Retomando  y criticando  a Husserl  y Merlea Ponty; Lévinas agrega que lo que constituye la subjetividad es la experiencia ética del otro, en tanto que huella del otro, el “rostro”, que lo único que hace presente o manifiesta es la ausencia del otro, en cuanto que el otro en tanto tal es inaccesible e irreductible a la representación. El rostro se extiende a través de toda la corporalidad.